Evaluación de Calidad de Conservas

Para que una conserva sea considerada apta para su distribución y consumo, es imprescindible que haya superado una serie de controles técnicos y de calidad por el fabricante.           

En la elaboración de conservas, se deben considerar principios esenciales para que el producto quede suficientemente protegido contra una posible contaminación, por ejemplo el proceso de esterilización y buen cierre de la lata. Las latas juegan un papel decisivo, pues deben poseer las características que les permitan soportar, en condiciones normales, procesos de envasado y esterilización, manipulación, transporte y almacenamiento de forma que se evite la contaminación bacteriológica, corrosión y alteración del producto contenido.

Para la evaluación de todo tipo de alimentos en conserva, actúan organismos acreditados por el SAE de las tres áreas técnicas, laboratorios que realizan ensayos de alimentos, certificación del producto final que se expende al consumidor, e inspección del procesamiento y enlatado de alimentos, entre otros alcances.

El recipiente destinado a contener el producto, debe llenarse adecuadamente, cerrarse herméticamente, ser impermeable al aire y al agua, su interior debe ser resistente a reacciones químicas y su exterior resistente a deterioro en el periodo de almacenamiento, para de esta manera proteger los alimentos ante cualquier posible contagio de agentes nocivos para la salud.

La hermeticidad como garantía de seguridad, explica por qué el proceso de cerrado de las latas es clave en la elaboración de una conserva, por tanto es fundamental realizar una serie de controles que garanticen su idoneidad, en la integridad de los envases, control de limpieza, verificación de defectos, mantenimiento exhaustivo de los equipos y máquinas empleados para el cierre de las latas, etcétera.

Cuando nos disponemos a consumir una conserva en lata, debemos constatar un sello de calidad o distintito de certificación que garantice que se han cumplido los criterios de seguridad y calidad establecidos en las normas. Además, debemos observar cuidadosamente el envase, si hay un posible cierre defectuoso, hinchamiento debido a la formación de gas al alterarse la conserva, latas con perforaciones, con corrosión exterior, pues posiblemente el alimento contenido puede haberse alterado y ser peligroso para el consumo.

Fecha de publicación: 04 de septiembre de 2018


 

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