Pequeñas empresas, que emplean entre 3 y 48 personas, han logrado con los estándares ISO perfeccionar sus productos y servicios.

Los estándares ISO son ampliamente utilizados en varios tipos de negocios alrededor del mundo y los sistemas de gestión implementados ofrecen los mismos beneficios si se trata de una multinacional o una empresa pequeña.

Los sistemas de gestión ISO aportan con un enfoque metódico y armonizado para su fácil comprensión e implementación. La experiencia de las pequeñas empresas que están trabajando bajo estas normativas, se traduce en el impulso de su potencial, uso eficiente de los recursos, que significa un ahorro de dinero.

Los gerentes de pequeñas empresas coinciden en que la implementación de estas normas, ayudan a encontrar nuevos mercados para sus productos y hacen que la producción y la manipulación de los materiales sean más seguros, lo que ha traído un crecimiento significativo en el mercado.

Naturalmente, la implementación de un estándar representa un costo para cualquier compañía, pero este se recupera rápidamente al crear nuevos productos e incorporar nuevos procesos optimizados con la guía del estándar.

Las normas proporcionan a las pequeñas empresas una base sólida para expandir su base de clientes, mejorar los procesos y disminuir los costos incurridos en prácticas ineficientes, así como también, acceder a oportunidades comerciales, que antes no tenían.

Los estándares mejoran la credibilidad y confianza de los clientes, proveedores e inversionistas que estén interesados en hacer negocios con estas pequeñas empresas. Las normas no solo ayudan a cumplir con regulaciones sino que también ayudan a demostrar a los posibles usuarios y autoridades que están haciendo las cosas bien y proporcionando productos y servicios de calidad.

Fecha de publicación: 13 de marzo 2018