Un segundo adicional esta Nochevieja. ¿Por qué?

En una acción tan cotidiana como mirar la hora también interviene la infraestructura de la calidad. Así, el Servicio Internacional de Rotación de la Tierra ha determinado que este 31 de diciembre se aumente un segundo —conocido como bisiesto o intercalar— a nuestros relojes para ajustar la escala de tiempo internacional.
Al igual que otras magnitudes, las medidas de tiempo son resultado de un cálculo que ha ido cambiando a lo largo de los años. La rotación de la Tierra sobre su propio eje determina el largo de un día; este es el tiempo astronómico.
Para una mayor exactitud, la Oficina Internacional de Pesas y Medidas (BIPM) definió el segundo en función del átomo de cesio; así se estableció el Tiempo Atómico Internacional (TAI), que se calcula a partir de relojes atómicos altamente precisos. En 100 millones de años, esta escala difiere en un segundo de la escala de tiempo ideal.
Mientras que la escala atómica avanza a una velocidad estable, la Tierra tiene una rotación irregular, que poco a poco se desacelera. Cada cierto tiempo es necesario añadir un segundo a nuestros relojes, para permitirle a la Tierra que se iguale al tiempo atómico. Fruto de esta práctica, que se inició en 1972, resulta la escala ajustada que se denomina Tiempo Universal Coordinado (UTC).
Luego de añadir este segundo el 31 de diciembre de 2016, la diferencia entre la escala UTC y TAI será de 37 segundos.