Control de calidad para frutas y hortalizas
El control de calidad para frutas y hortalizas analiza las características organolépticas y fisicoquímicas para obtener beneficios tanto para los alimentos como para el consumidor.
Los alimentos no son compuestos estáticos sino dinámicos y en consecuencia, las ciencias alimentarias estudian su composición y los efectos que sus elementos pueden provocar en los diferentes procesos a los que están sujetos, así como su capacidad de deterioro en función de su composición química.
La caracterización de los alimentos proviene de los resultados de ensayos que se realizan utilizando varios métodos de referencia. Para esta evaluación contamos con laboratorios acreditados por el SAE, quienes realizan análisis físico químicos, análisis microbiológicos y análisis sensoriales.
El control de calidad involucra dos etapas, la primera es la evaluación sensorial y la otra la evaluación técnica. En la evaluación sensorial, se evalúan a través de los órganos de los sentidos, las características de olor, color (brillante), textura (firme y blanda), sabor (dulce) y apariencia de la fruta (uniforme en color y tamaño).
Los análisis fisicoquímicos en cambio, son parte de la evaluación técnica que analiza mediante instrumentos y equipos de laboratorio, la composición y condiciones microbiológicas de la fruta u hortaliza, para determinar acidez, índice de refracción, contenido de sólidos solubles, determinación de materia seca, humedad y cenizas, ácido ascórbico, vitaminas, proteínas, densidad, determinación del pH, entre otros.
Este análisis cumple un papel muy importante en la determinación del valor nutricional de los alimentos, en el control del cumplimiento de los parámetros exigidos por la normativa vigente, los organismos de salud y también para el estudio de posibles irregularidades como adulteraciones, que pueden afectar la salud del consumidor.
Fecha de publicación: 19 de septiembre de 2018