Como informamos en esta nota, una de las modificaciones que se introdujo en la nueva ISO 9001:2015 es el enfoque de riesgos. Pero, en distintas manifestaciones, también forma parte de las próximas ediciones de ISO/IEC 17025 para laboratorios de ensayo y la ISO/IEC 17011 para organismos de acreditación, entre otras.

Y es que todas las actividades de una organización pueden involucrar riesgos. Estos pueden afectar adversamente organizaciones en términos de su desempeño económico y reputación, así como en sus resultados medioamientales, de seguridad y sociales.

Por tanto, gestionar los riesgos permite a las organizaciones desempeñarse bien en un entorno incierto y alcanzar un desempeño sustentable a lo largo del tiempo.

Pero, ¿qué es riesgo? La ISO lo define como el “efecto de la incertidumbre” (ISO 9000:2015). Un aspecto interesante de esta definición es que abarca tanto efectos negativos como positivos.

Así, la gestión de riesgos puede preparar a la organización ante posibles amenazas y también para aprovechar las oportunidades que se presenten.

Existen diferentes técnicas para realizar la gestión de riesgos; estas son algunas de las metodologías más comunes.

• Identificación de riesgo: Análisis modal de fallos y efectos.
• Análisis de riesgo: Diagrama de causa y efecto (o de Ishikawa).
• Evaluación de riesgo. Diagrama de Pareto.
• Tratamiento de riesgo: brainstorming [lluvia de ideas].
• Registrar y reportar riesgos: Registro de riesgo.

Fecha de publicación: 21 de septiembre de 2017.

Referencia:

DNV GL. ViewPoint Report. Where are you on the risk management journey? Recuperado de https://www.dnvgl.sg/assurance/viewpoint/viewpoint-surveys/where-are-you-on-the-risk-management-journey.html