Laboratorios realizan ensayos para evaluar el desempeño y características de seguridad de las baterías que almacenan energía eléctrica para diferentes usos.

El almacenamiento de energía eléctrica siempre ha sido un reto tecnológico y en el mercado encontramos cada vez más baterías para diferentes aplicaciones, por ejemplo desde baterías miniaturas y más ligeras que son usadas en tablets o smartphones, hasta las baterías destinadas para equipos industriales y vehículos híbridos.

Las baterías, que son llamadas técnicamente acumuladores eléctricos, tienen la característica de recibir y almacenar la energía eléctrica, siendo capaces de entregarla cuando sea requerida. La demanda que existe en cuanto a su capacidad y carga, hace que las baterías puedan convertirse en elementos “peligrosos”, ya que en determinados ambientes y situaciones extremas, estas pueden generar niveles altos de temperatura, que pueden incrementarse de forma brusca y provocar auto combustión e incluso explosión.

Las baterías se han vuelto imprescindibles en la vida cotidiana y por tanto deben responder a requisitos normativos con un nivel de exigencia mayor para seguridad de los usuarios. Los niveles de ensayo y certificación que se realizan en las baterías han ido evolucionando y existen laboratorios que realizan ensayos conforme a normas nacionales e internacionales para  evaluaciones comparativas, de durabilidad, compatibilidad eléctrica y electromagnética, cumplimiento medioambiental, análisis de ciclos de vida, rendimiento, normas de seguridad y transporte para células, baterías y módulos.

Las baterías por lo general se componen de plomo-ácido, por el amplio rango de aplicaciones que tiene este material y porque se puede obtener en grandes cantidades a bajo costo, razón por la cual es idóneo para la producción de baterías de buena calidad en grandes volúmenes. Los laboratorios designados para este alcance, aseguran que se entregue al consumidor, baterías de alta calidad, más seguras y fiables.

Las baterías de plomo-ácido son comúnmente usadas en diferentes dispositivos que se encuentran en el hogar, como back-up de energía de las computadoras, brindan iluminación de emergencia, son el corazón de los sistemas de alarmas, intervienen en el funcionamiento de automóviles, brindan energía de emergencia en las centrales eléctricas que iluminan a las ciudades y casas, mejoran la calidad y confiabilidad de las telecomunicaciones, pueden almacenar también energía solar y eólica para su posterior uso, entre otras aplicaciones que tienen estos acumuladores de electricidad.

Fecha de publicación: 27 de agosto de 2018