Los valores en la gestión de la calidad

Los departamentos de talento humano de las empresas, se preguntan siempre qué deben hacer o qué métodos deben emplear para que los equipos eleven su nivel de excelencia.

Lo que se ha podido evidenciar, es que los elementos operativos y estratégicos son importantes para alcanzar esa calidad tan anhelada, por otro lado, la motivación también juega un papel relevante, la misma que puede vincularse con las necesidades específicas de cada persona. Sin embargo, no hay garantía de que las estimulaciones que recibe el equipo sean suficientes para que emerja la calidad.

Sabemos que todos los resultados que obtenemos están determinados por la magnitud en que deseamos nuestros objetivos, y la intensidad en la que ejecutamos, una u otra acción, para alcanzarlos. Y es aquí donde afloran esas características que nos hacen únicos, ese conjunto de valores que, sumados a las necesidades, se convierten en nuestro impulso para obtener lo que nos hemos propuesto.

Nuestro código moral (valores, normas, convicciones) nos permite renunciar y aceptar determinadas situaciones y eso es un condicionante, que tiene varios niveles y se relaciona directamente en la gestión de la calidad.

Podemos entender al valor desde las dimensiones: económica (precio a pagar por obtener algo a lo que se otorga el valor); psicológica (cualidad movilizante que permite afrontar peligros) y moral (como se entiende que debe ser el comportamiento en sociedad); pero para vincularla a la gestión de la calidad el valor puede concebirse como el grado de significado que una persona le otorga a un objeto, como resultado de un proceso valorativo y en función del cual puede o no regular su conducta.

Por tanto, en la medida que el personal de una empresa, permita que estos principios sistematicen su conducta, las probabilidades de contar con servicios de calidad será una constante mucho mayor.

Una vez identificados los valores necesarios en el personal, las estrategias a seguir son más fáciles, pero eso no quiere decir que darán resultados a corto plazo, porque estos no se cambian o crean mediante órdenes; tomará su tiempo, dependiendo de la constancia y la paciencia que depositemos en la tarea de estimular y promover los valores más idóneos para la organización.

 

Fecha de publicación: 25 de diciembre de 2017.


 

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