El uso de normas ISO beneficia a las organizaciones gubernamentales, no para para sustituir reglamentos, sino para complementarlos.

Las normas aportan con conocimientos que las organizaciones necesitan para tener éxito, optimizar sus propios procesos y crear enfoques alternativos a la reglamentación establecida, que generen herramientas útiles para lograr un desarrollo más innovador y productivo.

Con la implementación de normas que configuren mejores prácticas en determinados sectores, se puede reducir la burocracia tanto para el sector privado como para el público, mejorando la gestión de cada organización. Una forma vital de lograrlo es hacer que los reguladores concentren sus esfuerzos en instancias que presenten mayores riesgos, con un enfoque orientado, en lugar de incidir sobre todos, invirtiendo innecesariamente tiempo y recursos.

Las instituciones pilares de la infraestructura de calidad del país, dedicadas a la normalización, acreditación y evaluación de la conformidad, trabajan en estrecha colaboración con el Gobierno en muchas áreas. Sus representantes participan en comités técnicos junto con empresarios, académicos y consumidores, para asegurar que los productos, procesos, nuevas tecnologías, sistemas y servicios, resultantes de evaluaciones que determinan su calidad, sean sanos, seguros y confiables para todas las partes interesadas.

El uso de normas también aporta a la mejora de los propios procesos del Gobierno, para que sean más eficientes, con conocimiento fiable y normalización que fomenten el crecimiento e introducción de nuevos productos y tecnologías que puedan trabajar de forma óptima con las ya existentes.

Las normas crean el camino hacia la innovación, al fomentar la comunicación del conocimiento, definir un vocabulario común, establecer características esenciales de productos o servicios, y proporcionar un medio para comunicar los resultados de investigaciones, procesos de evaluación, consideraciones sobre seguridad, comprobación, creación y ampliación.

Fecha de publicación: 22 de marzo 2018