Imagen: SAE.

El Servicio de Acreditación Ecuatoriano (SAE) no solo evalúa a organismos interesados en acreditarse: todos los años también se evalúa a sí mismo.

La Dirección de Gestión de Calidad del SAE coordina una auditoría interna a todas las áreas involucradas en los procesos de acreditación para determinar en qué grado se cumplen con los requisitos de la norma ISO/IEC 17011 y, de ser necesario, tomar acciones correctivas.

Pero, evidentemente, quienes realizan esta auditoría no pueden actuar como juez y parte: “Un auditor no puede evaluar su propio trabajo, porque se pierde objetividad y puede haber un sesgo en el momento que realiza la auditoría”.

Para evitar estos problemas, la Dirección de Gestión de Calidad ha desarrollado una matriz denominada “Verificación de conflictos de interés del equipo evaluador”, en la que se indica quiénes intervinieron en un determinado proceso de acreditación. Además, se actualizaron procedimientos internos y formatos para hacer énfasis en la importancia de la imparcialidad en las auditorías internas.

También otras situaciones pueden afectar la objetividad de los auditores, como explica la Química Juana Rodríguez, Directora de Gestión de Calidad: “Se debe tener mucho cuidado con que el criterio del auditor no esté sesgado por otros factores, como puede ser familiaridad y amistad con el evaluador o todo lo contrario: una enemistad que impida que al evaluar a esta persona pueda ser objetivo”.

Con el fin de concienciar al personal sobre estos temas, la Directora de Gestión de Calidad impartió una charla a todo el personal técnico el jueves 2 de febrero de este año. En esta jornada también se les informó a los potenciales auditores sobre las mejoras implementadas para garantizar la imparcialidad.