Como parte de la normalización existe una diferencia importante entre normas de jure y de facto.

Los estándares de jure son formales, es decir, han sido desarrollados por un organismo de normalización oficial, ya sea nacional, regional o internacional.

Por tanto, son desarrollados bajo los requerimientos de un sistema formal de normalización; esto significa que son voluntarios, consensuados y están orientados al mercado.

A esta categoría pertenecen las normas que el Servicio de Acreditación Ecuatoriano (SAE) emplea como referencia para el proceso de acreditación, como todas las que pertenecen a la caja de herramientas de evaluación de la conformidad de la Organización Internacional de Normalización (ISO).

Al contrario, los estándares de facto no son desarrollados por una entidad reconocida para el efecto; los contextos en los que surgen disímiles. Así, por ejemplo, las notas musicales o las reglas de juego de los deportes, entre muchos otros, podrían considerarse como parte de esta categoría (Signe Annette Bøgh p. 13).

En algunos casos, emergen varios estándares que compiten entre sí; este fue en caso, por ejemplo, de los formatos de video VHS y Betamax.

Las normas de facto también pueden convertirse en de jure, como sucedió con el formato de documento PDF, que actualmente está descrito en la ISO 32000.

Fecha de publicación: 14 de agosto de 2017.

Referencias

Signe Annette Bøgh. A World Built on Standards – A Textbook for Higher Education. Danish Standards Foundation, 2015, https://www.ds.dk/~/media/DS/Files/Downloads/publikationer/A-world-build-on-standards.ashx